jueves, 16 de mayo de 2013

NUNCA TE DES POR VENCIDA, TU HOGAR PUEDE RESTAURARSE


Saludos queridas Princesas del reino

Este es un nuevo día, día de oportunidades, día de restauración, día de esperanza, día de vida, día de amor, el día que Dios hizo para ti, gózate y alegrate en este día, que tus espectativas de este día sean tan altas como sueñes, que nunca dejes de Soñar, nunca dejes de Creer que lo mejr viene para ti hoy, no e rindas no estás sola, Dios dice en su Palabra yo nunca te dejaré, y nunca te abandonaré, yo estaré contigo hasta el fin, ves no estás sola, Dios envia a sus ángeles que te guarden que tu pie no tropiece en piedra, SONRIE ERES TAN VALIOSA E IMPORTANTE PARA DIOS.  Escucha este mensaje y llenate de fuerzas para continuar luchando por tu sueños.

domingo, 28 de abril de 2013

NECESITAS ESCUCHAR PALABRAS DE ESPERANZA

domingo, 6 de enero de 2013

UNA CORRECTA NUTRICION



LA IMPORTANCIA DE TENER UNA CORRECTA NUTRICIÓN, COMO BUENOS MAYORDOMOS DE NUESTRO CUERPO



Realmente se habla y se predica muy poco acerca de la mayordomía del cuerpo. Posiblemente, porque tenemos una gran tendencia a “espiritualizar” todo lo relacionado con la vida cristiana y, consecuentemente, sustraerlo del ámbito de la vida “real” y cotidiana.  Intentamos conocer qué es lo que la Biblia dice a nivel espiritual para ver de ponerlo en práctica, sin embargo, no siempre le prestamos la misma atención a las cosas que tienen que ver con la vida física, con nuestro cuerpo y todo lo relacionado con él.
Hay muchos pasajes que hablan acerca de la mayordomía del cuerpo, pero vamos a utilizar como base fundamental el que hallamos en 1 Corintios 6:19 y 20
 ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios os ha dado, y que el Espíritu Santo vive en vosotros? No sois vosotros vuestros propios dueños, porque Dios os ha comprado por un precio. Por eso debéis honrar a Dios con el cuerpo.
 De este pasaje podemos deducir tres cosas importantes relacionadas con el tema que nos ocupa: La propiedad del cuerpo, quién habita en nuestro cuerpo y cómo debemos usar nuestro cuerpo.  Por tal razón debemos hacer ejercicio, tener un descanso y sueño adecuado, no consumir sustancias nocivas y un régimen adecuado de alimentación.

¿DE QUIÉN ES NUESTRO CUERPO?
Pablo insiste en Romanos 12 versículos 1 y 2 que debemos cambiar nuestra manera de pensar para que de este modo pueda cambiar nuestra manera de vivir.
 El gran problema que tenemos los cristianos es que “aún no nos hemos hecho a la idea” de que somos propiedad de Dios. Si bien es cierto que a nivel intelectual lo entendemos y hasta lo podemos repetir, a nivel de nuestra práctica cotidiana no está asumido. Los hechos así lo muestran.

 La Biblia, como ya se ha mencionado con anterioridad en otros estudios relacionados con la mayordomía, indica que somos propiedad de Dios y que Él ejerce un doble derecho de propiedad sobre nosotros, por creación y, naturalmente por compra. No debemos olvidar las potentes palabras del apóstol Pedro cuando indica que hemos sido comprados en el mercado de los esclavos a un alto precio, tan alto como la sangre misma de Jesús.

Nuestro cuerpo es sagrado por el hecho de que se ha convertido en el lugar de morada del Dios a quien el universo no tiene la capacidad de contener. El cuidado de nuestro cuerpo es una exigencia para que el templo del Espíritu esté en perfectas condiciones que honren y alaben a aquel que mora en nosotros.  Debemos honrar a Dios con nuestro cuerpo.

 Pablo indica que nuestro cuerpo debe ser usado de tal manera que brinde a Dios el reconocimiento que merece. En nuestro caso sería reconocerlo como nuestro creador, nuestro Señor y además nuestro Salvador.

La nutrición es la clave para tener una buena salud, lucir joven, tener energía y controlar tu peso de manera natural y sin riesgos. Pero, debido a las exigencias de nuestras actividades cotidianas y a la falta de conocimiento en temas de la nutrición es muy difícil lograr una buena, balanceada y completa alimentación.

La mayoría de las personas piensan que para estar sanos deben comer mucho, otros dicen que sólo lo suficiente y un pequeño grupo, sólo lo necesario. Pero lo cierto es que no sólo debemos comer, sino también alimentarnos; y es ese el punto a donde quiero llegar.

El buen funcionamiento del cuerpo humano depende de la integridad de nuestras células; ésta se logra a través de una sana alimentación. El problema es que la mayoría de los alimentos de hoy han perdido sus propiedades nutricionales debido a los procesos de transformación que éstos sufren antes de llegar a consumirse.

Nuestro cuerpo necesita alimentos de 3 a 5 veces al día para producir los compuestos que requiere. Gracias a investigaciones, sabemos que necesitamos 114 Nutrientes básicos al día, entre ellos están los macronutrientes (carbohidratos, proteínas, grasas), micronutrientes (vitaminas, minerales,  aminoácidos); y otros que incluyen: fibras, hierbas y otros factores botánicos.

Los excesos junto con los malos hábitos originan el 70% de las Enfermedades Actuales, como son diabetes, nervios, gastritis, estreñimiento, migrañas, tumores, problemas hormonales, anemia, obesidad, infecciones virales, bacterianas, entre otras. Esto se soluciona logrando un cambio de hábitos y actitudes con respecto a la NUTRICIÓN.
 
La clave para obtener una buena nutrición es saber equilibrar la ingesta de grasas, carbohidratos y proteínas. No sólo es importante no exceder el límite de calorías diarias, sino también observar cual es su fuente. Todo esto repercute en su peso, ya sea que aumente, disminuya o se mantenga igual. Además requieres de vitaminas y minerales, que se encuentran en los alimentos y en complementos nutricionales.

No todos los alimentos son iguales, y no hay uno que proporcione todo lo que tu cuerpo necesita. Por ello hay que comer de todo, para que nuestro cuerpo obtenga lo necesario y se mantenga en perfecto estado. Los complementos nutricionales son muy útiles, porque son esenciales si no cuentas con una alimentación balanceada, o simplemente no tienes tiempo para comer todos los vegetales, frutas y otros alimentos en una sola comida.

Pero, “comer de todo” no significa que debamos “abusar” en la ingesta de alimentos o complementos nutricionales, hay que saber moderarse. Simplemente, no debemos optar por los extremos. Ni mucha comida, ni muy poca. Esto nos traería con el tiempo, serios problemas de salud, como el sobrepeso o la desnutrición.

Mi querida Princesa,lo ideal es buscar una dieta balanceada, un buen programa de ejercicio con asesoría profesional y considerar la ingesta de algunos suplementos nutricionales, o sencillamente sale al parque a caminar y nutre bien tu cuerpo.  Bendiciones.


miércoles, 2 de enero de 2013

El regalo más hermoso para ti



Un regalo de Dios para nuestras vidas, un regalo cargado de amor que no lo podemos comprender, pero lo podemos disfrutar,¿ cómo es posible que siendo pecadores podamos recibir tanta gracia y tanto amor? 





LA JUSTIFICACIÓN

JUSTIFICACIÓN: Una declaración divina hecha en favor de una persona que cree en Jesús para la salvación. Justificación, es la obra de Dios donde la Justicia de Jesús le es tomada en cuenta al pecador, para que así el pecador sea declarado justo por Dios bajo la  ley.  Romanos 4 :3.  Que dice la Escritura; Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia..  Romanos 5:1,9 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;   Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Gálatas 2:16  Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.  Gálatas 3:11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá.  La justicia no es ganada, ni obtenida por las obras o justicia de aquel a quién se salva, la justificación es un acontecimiento instantáneo, con el resultado de la vida eterna, está basado y completamente con el sacrificio de Jesús en la cruz.1 de Pedro 2:24  Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
 Esta justicia es solo recibida solo por la fe.

 Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;  no por obras, para que nadie se gloríe.  Entonces las obras del hombre no son las que justifican y no son necesarias.  La fe es una dádiva de Dios. Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.  Al recordar nuevamente Romanos 5:1,9 Somos justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Somos justificados por la obra de Cristo


LA SANTIFICACION

La santificación en cambio involucra  el trabajo de la persona,  pero aun así Dios está trabajando en la persona creyente para producir en  él un carácter y una vida piadosa  Filipenses 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.  La santificación no es instantánea y no es el trabajo solo de Dios, la persona justificada se encuentra involucrada activamente al someter su voluntad a Dios , resistir al pecado buscando santidad y trabajar para ser más piadosa. Gálatas 5:22-23  Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.  La santificación no tiene  ninguna influencia en la justificación, es decir si aún no vivimos completamente una vida perfecta, somos  justificados, legalmente por medio de Jesús, como un regalo de Dios.  Contribuimos a la santificación por medio de nuestros esfuerzos y obras para vivir en santidad.

Pero hay una mala interpretación de esta doctrina y afirman que podemos pecar todo lo que nos de la gana, significa que los que hemos sido justificados por la gracia podemos pecar cuando queramos, la respuesta es un rotundo NO.  Las escrituras nos enseñan  que estamos llamados para vivir vidas santas y evitar el pecado Romanos 6:1-2  ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?.  1 Tesalonicenses 4:7  Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.  Colosenses 1:5-6  a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad.  Veamos lo que nos enseña el señor en Juan 10:27-28  Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.  De acuerdo a Jesús sus ovejas no perecerán jamás, el hecho de que somos salvos y justificados eternamente delante de Dios y que no pereceremos  esto no es excusa para continuar en el pecado del que hemos sido ya salvados.  Pero ya siendo justificados podremos en algún momento de nuestra vida santa pecar?  1 Juan 1:8-10 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.  Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.   Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
1Juan 2:1-2  Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.  Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Juan nos está hablando a los que hemos sido justificados comprados por la sangre de Jesús.  Romanos 7:14-20  14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.

15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.  16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.  17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.  18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.  19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.  20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.  21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.

Cuando queremos hacer el bien, el mal está dentro de nosotros, nosotros queriendo hacer el bien está un opositor la ley.  Si estamos continuamente pecando por la gracia que disfrutamos, estaremos pisoteando la sangre de Cristo, Hebreos 10:29-31  29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?  30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.  31 !!Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!.

Si una persona dice que es salva y que ha sido justificada por Cristo y sigue pecando, esa persona está revelando dos cosas que el pecado es el dios de su vida y que no tiene una naturaleza salva. 1 Juan 2:4,19  4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;.

 Mi querida princesa
Para concluir como resumen se puede decir que la justificación es por la obra redentora de Jesús hecha en la cruz, es obra de Dios y la Santificación es trabajo del creyente con la ayuda de Dios para que pueda vivir una vida de santidad, de integridad de, de honestidad, de honorabilidad.  Por las obras del ser humano no podemos ser justificados.